domingo, 2 de enero de 2011

¿Desde cuándo sabemos lo que queremos?

Estamos muy seguros de creer saber lo que queremos, lo que nos conviene, lo que es mejor para nosotros. Pero hay que darse cuenta de que no sólo existes tú, sino que hay millones de personas a las que afectarán tus decisiones, ya sea de forma directa o indirecta. Y lo que quizá crees que es bueno para ti, no lo será para otros ni, a la larga, para ti. ¿Por qué ocurre esto y no lo otro? Típica pregunta que solemos hacernos. Pienso que si las cosas ocurren, por muy desagradables que sean, es por algún motivo. Si tus deseos no se cumplen es por algo, o eso es lo que yo pienso. Y quizá te preguntes que a qué viene esto. Pues viene a que el otro día vi la peli "como Dios", de Jim Carrey, y me di cuenta, al igual que el protagonista, de que no podemos tener todo lo que queremos y deseamos. ¿Qué pasaría si siempre fuésemos felices? ¡Pregunta trampa! Nunca seríamos felices por completo porque siempre querríamos más, no nos contentaríamos con lo que tuviésemos...sería peor que desear lo que no tenemos. Y, en cierto modo, los deseos están para que nos esforcemos en conseguirlos, para tener metas en la vida, para tener algo por lo que vivir. 

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