Últimamente creo que no. Antes llegué a pensar que sí, porque me gustaba, y me sigue gustando, desde hace tiempo y, aunque al principio no nos llevábamos muy bien porque no sabíamos de qué hablar, al final hemos acabado hablando de todo y tal. Y lo cierto es que me alegré de que nuestra amistad siguiese adelante porque, sinceramente, pensé que se había acabado por culpa de uno de sus repentinos enfados. Y también pensé que había cambiado, porque me trataba mejor y tal, pero ahora ha vuelto a ser como antes y me cae fatal.
La cosa es que cuando me acuerdo de él no pienso mal. Todo lo contrario: sólo recuerdo las cosas buenas (a veces). ¿Por qué?
Pero también es cierto que cuando no estoy con él estoy más feliz. Pero eso es porque su forma de ser de ahora no me gusta nada. Se ha vuelto un antipático, un idiota.. ¡pero sólo conmigo! ¿Qué le he hecho para que vuelva a ser como antes? ¿Es culpa mía o es que él es un idiota y no merece la pena?
Estoy hecha un lío y no sé si pasar de él o intentar hablarle y pensar en todo. ¿Cuál es la solución?
A decir por su comportamiento actual diría que hasta le caigo mal. En serio, no sé por qué pasa todo esto. ¡Es que no puedo conocer a un chico normal!
En realidad no le doy tantas vueltas a todo esto, pero lo considero algo muy importante para mí porque no quiero cagarla.
De momento he decidido meterme en mi mundo y pasar de todo, a ver si de ese modo se arreglan las cosas o yo que sé. Sé que no es ésta la solución pero prefiero estar "bien" que estar amargada pensando en alguien que no lo merece, ¿no?
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