jueves, 28 de octubre de 2010

Diario de una solitaria (28-10-2020)

A veces pienso que la vida no es tan difícil como creemos. Más bien somos nosotros mismos quienes la hacemos más fácil o más difícil. Yo siempre me hago estas preguntas: ¿por qué sufrimos tanto? ¿por qué no podemos ser siempre felices?
A mí me gustaría estar siempre bien y sin preocupaciones, sin tener miedo al mañana, sin pensar qué pasará.
Pero el miedo y el temor conviven con nosotros cada día, y lo cierto es que a veces nos lo hacen pasar realmente mal.
En estos momentos yo intento ser lo más feliz posible y, cuando veo que se avecinan problemas, me sumerjo en mi mundo interior y aguanto lo que me caiga. Pero a veces eso no da resultado y me derrumbo. ¿Por qué lloramos? ¿Tanto dolor es el que se nos causa que brotan pequeñas gotas de "agua" de nuestro interior? Pero no son simples gotas de agua. Se llaman lágrimas porque junto a ellas caen esos sentimientos tan dolorosos que nos corrompen y que, de no ser expulsados, consiguen que acabemos siendo seres sin sentimientos. Esa es la explicación que yo le doy, y como para mí es más que suficiente, no necesito saber si es la correcta o si hay otra mejor. Llorar es bueno, pero hay quienes dicen que eso es de cobardes. Yo no lo creo así. Por el contrario pienso que quienes no lloran son cobardes porque no se atreven a expresar sus sentimientos y les asusta que otros vean que no son como aparentan ser.
Me estoy dando cuenta de que todo gira alrededor de las apariencias...

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